Las Cocochas de bacalao son un derivado que proviene de la cabeza del pescado, formadas por músculo y piel, miden entre 2 y 8 cm, pesan entre 10 y 30 gramos y son ricas en colágeno, lo que les da una textura suculenta.
Se almacenan en salmuera saturada y, por lo tanto, deben remojarse antes de su consumo. Es uno de los derivados del bacalao más consumidos y debe cocinarse lentamente para que las fibras no se endurezcan.
El producto debe mantenerse en el refrigerador hasta que esté desalado.